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Bondage: ¿puede practicarse a través de una webcam?

El sexo es algo tan hermoso y tan especial que cada cual puede entenderlo de una manera y disfrutarlo a su propia forma, como la música, el cine o la literatura. Yo personalmente lo considero un arte más, por todas las opciones que ofrece y por cómo nos permite disfrutar de la vida conociéndonos un poco más, con una perspectiva excitante, social y muy intensa. Hay muchas formas de gozar del sexo, y cada persona tiene unas apetencias y unos deseos particulares. Por ejemplo, no a todo el mundo le gusta el sexo duro y la dominación. El bondage, por ejemplo, es una de las partes más excitantes dentro de ese conjunto de prácticas, aunque no todos piensan igual, claro está. A mí es algo que me fascina, e incluso lo practico en mis shows con la webcam.

El bondage tiene que ver con maniatar e inmovilizar a la otra persona para tenerla totalmente a tu merced. Puedes hacer el papel de dominador o de sumiso, e incluso ir cambiando los roles para que todo sea más divertido, y probar ambas partes de la práctica. Es, por tanto, una de esas fantasías que suelen hacerse como mínimo en pareja. Pero hoy por hoy, en una era en la que el sexo por Internet se ha vuelto tan popular y las chicas webcammers como yo tenemos todo tipo de trabajos y solicitudes expresas, una tiene que tirar de imaginación y ser capaz de ofrecer a sus clientes lo que ellos desean, ni más ni menos. Es así como yo he creado mi propia sesión de bondage online, para que los amantes de este tipo de prácticas puedan someterme de la manera en la que más les guste.

Sesión de bondage en solitarios ¿cómo las realizo?

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Está claro que no es algo sencillo porque lo más natural en los shows con cámara web es estar todo el tiempo moviéndote, cambiando de postura, escribiendo a tus chicos… Suelen ser shows muy dinámicos, algo que se pierde por completo en este tipo de sesiones. Cuando realizo el bondage grupal siendo yo la sumisa suelo pedir ayuda a alguien antes para que me ate por completo, normalmente tanto brazos y piernas, aunque suele ser de una forma menos dura que cuando realizo estas sesiones presenciales, por lo que pueda pasar. A veces me inmovilizo yo misma con unas cuerdas ya en plena sesión, y permito que mis clientes lo vean. Luego, al no poder escribir, simplemente me comunico con ellos por voz y leo sus comentarios, para hacer lo que me piden.

Juguetes que utilizo para practicar el bondage

En la práctica del bondage es la persona dominante la que suele utilizar los juguetes eróticos para hacer sus juegos con la persona que está atada, que básicamente solo se deja llevar y aguanta todo lo que le echen. Cuando realizo las sesiones de bondage online por mi cuenta esto suele ser complicado, y los juguetes que utilizo son las cuerdas o las esposas, para atarme. Sin embargo, a veces también busco hacerlo más dinámico, y mezclo el bondage con el sadomaso, para utilizar látigos, porras y demás. A mis clientes les encanta que una las dos cosas porque es mucho más divertido, y sin perder ese punto de sumisión, puedo ofrecerles una gran cantidad de servicios diferentes que disfrutan mucho más. Por supuesto, también suelo utilizar lencería muy sexy y provocativa, y es curioso que casi  nunca acabo desnuda del todo, porque sé que a ellos les pone más que lleve algo de ropa.

Qué prácticas no puedo realizar en mis sesiones

Tengo varios tipos de sesiones de bondage preparadas, y de vez en cuando las realizo tanto de forma grupal como individual. Cuando estoy con muchos clientes suelo atarme, más o menos fuerte, y dejar que ellos me humillen y me digan de todo a través del chat, mientras yo les voy contestando. Lo divertido de las sesiones individuales es que me permiten tener un trato más directo con el cliente, e incluso cambiar los roles. Si el tipper quiere ser sumiso, por ejemplo, todo es mucho más sencillo. Le explico lo que tiene que hacer, o en muchos casos incluso me lo encuentro ya atado porque sabe de qué va el tema, y soy yo la que le insulta, la que le dice de todo, haciéndole sentir excitado. Estas sesiones suelen ser además muy productivas, ya que puedo obligar a estos clientes a que me den más propinas, y no tengo miedo de que me rechacen porque lo que buscan es precisamente que sea dura con ellos.

Lo que más me piden los usuarios

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Como en cualquier práctica de este tipo, existen dos papeles fundamentales que los usuarios suelen representar. Por una parte está el dominador, que lo que quiere es verme inmovilizada y atada a su merced para decirme de todo e imaginarse que me tiene delante y me trata como quiere. Estos suelen ser bastante intensos en sus comentarios, y no dejan nada a la imaginación. A veces, aún atada, me permito tener cierta movilidad en las manos para darme azotes o masturbarme, según ellos me lo pidan, proporcionando un punto más dinámico al show. El otro papel es el de sumiso, que suelen escoger en sesiones individuales, y que me permite dominarlos a través de la webcam. Entonces soy yo la que toma el mando y decide lo que ellos van a hacer y lo que no.

Bondage en pareja

Una de las mejores alternativas para llevar la auténtica esencia del bondage y el sado a las sesiones por webcam es hacerlo en pareja. Yo siempre tengo a un chico preparado para disfrutar conmigo de este tipo de servicios cuando se lo pido, y la sesión suele ser mucho más exitosa así que haciéndola por mi cuenta. Normalmente él es el dominante y yo la sumisa, y se encarga, con una máscara puesta para que los usuarios puedan imaginarse a sí mismos bajo ella, de cumplir los deseos que me piden por el chat o por privado. Ahora sí podemos dejarnos llevar por completo, y yo me vuelvo totalmente sumisa ante todo lo que quieran hacerme, ahora que hay otra persona que puede transmitir sus mensajes. Cuando cambiamos los roles también es bastante divertido, porque soy yo la que recibe las órdenes de mis clientes y hago de todo para dominar al chico con el que esté.